Seguiremos avanzando poco a poco incluyendo más ideas sobre este recurso, cómo utilizarlo, con qué objetivo, cómo sacarle mayor partido, etc.
Y como en alguna ocasión anterior, os dejo una reflexión que ilustra este tema:
... -Muy fácil, mi curiosa Fira. Cuando cuento una historia a alguien que me pide consejo, no le estoy dando una solución concreta, ni le estoy explicando lo que sé. Lo que hago con la historia es explicarle algo que me ha ocurrido, que he vivido y, a través de ella, él puede conocer cómo me sentí, qué pensaba, cómo me planteé la solución, que experimenté, qué hice para resolverla, qué consecuencias tuvo lo que decidí… Y, entonces, en su cabeza, él va estableciendo comparaciones entre lo que está viviendo y algunas de las cosas que yo le transmito y, poco a poco, va reflexionando sobre ello. Y, más tarde o más temprano -eso depende de cada uno y de lo preparado que esté para ello-, llegará a tomar su propia decisión.
Extraído de "La magia de compartir experiencia"
de M.Paz Pérez-Campanero
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